Las conquistas llevadas a cabo por Alfonso I el Batallador, tras la toma de Zaragoza (1118), aseguraron de tal manera el dominio de la ciudad que el primer "fuero" que le fuera otorgado en 1119, de influencia sobrarbense -correspondiente a una zona de "extremadura"- fue sustituido por otro, el conocido como "fuero de Zaragoza" (1129), más propio para una población de "burgueses" y agricultores, aunque sin olvidar la realidad que suponía la presencia y necesidad de asimilación de abundantes "mudéjares".
Dada la influencia que Zaragoza ejerció en toda la zona llana del Ebro, ésta, el Bajo Aragón y la zona norte de la actual provincia de Castellón se repoblaron a "fuero de Zaragoza" [v. mapa 76], persistiendo en épocas en que se había redactado ya la unificadora "Compilación de los Fueros de Aragón", en 1247.
Jaime I repobló a "fuero de Zaragoza" la mayor parte de las poblaciones recogidas en el mapa, que habían sido tomadas hacia 1232; al darse cuenta del poder que su entrega podía proporcionar a la nobleza aragonesa, entre otras razones, creó el reino de Valencia (1239), al que fueron integradas las tierras aludidas.
Si esa persistencia ya es, en cierto modo anómala, no lo es menos el hecho de que varias localidades situadas algo más al sur de las anteriores observaran el "fuero de Aragón", en el siglo XVI.
Fuente: Cómo se formó Aragón
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